Mendoza

La provincia de Mendoza está situada al pie de la Cordillera de los Andes y se extiende en el centro-oeste argentino.

Mendoza es considerada un oasis en el medio del secano, que supo caer y volver a levantarse. Fue fundada en el siglo XVI como estación de paso para cruzar la cordillera en el camino comercial desde el Río de la Plata hasta Santiago de Chile. Se reconstruyó casi íntegramente tras el terremoto que la devastó en 1861. En la actualidad todavía se conservan las ruinas del tiempo colonial en el Área Fundacional.

El aporte de Mendoza a las luchas por la independencia nacional fue decisivo. Fue el escenario elegido por el General San Martín para reunir al pueblo argentino y organizar la gesta libertadora más grande de América. Aquí, con el apoyo de los compatriotas, levantó el campamento El Plumerillo, en Las Heras, donde conformó el Ejército de los Andes.

Con los años, experimentó un proceso de reconstrucción y modernización que la convirtió en una importante provincia de la región de Cuyo. En el siglo XX, la industria vitivinícola se desarrolló con fuerza, transformando a Mendoza en uno de los principales productores de vino de Argentina. Desde el año 2005, forma parte de la Red de Grandes Capitales del Vino y se ha convertido en un destino destacado del enogastroturismo.

En la actualidad, es un importante destino turístico reconocido en todo el mundo. Su cultura, el encanto de las acequias y las calles arboladas, el vino y la gastronomía, los paisajes naturales, la cercanía con la Cordillera de los Andes y la posibilidad de realizar variadas actividades turísticas hacen de esta provincia un lugar único para vivir nuevas experiencias.

Mendoza, en Argentina, es conocida por su clima árido a semiárido, con veranos calurosos y secos, e inviernos fríos. La temperatura media anual varía entre 14°C y 16°C.

La mejor época para visitar Mendoza depende de lo que prefieras hacer durante el viaje. Si te gusta el clima más cálido y querés disfrutar actividades al aire libre, como visitar bodegas y hacer caminatas, el verano (diciembre a febrero) puede ser la mejor elección. Por otro lado, si preferís evitar temperaturas extremas, el otoño (marzo a mayo) y la primavera (septiembre a diciembre) también son buenas opciones. El invierno (junio a agosto) es ideal para quienes deseen aprovechar esquiar en Mendoza. En esta época del año el clima es hostil pero las nevadas permiten practicar deportes extremos para los aficionados a la adrenalina.

Mendoza tiene todo para ofrecer los 365 días del año.

La gastronomía de Mendoza incluye platos que combinan perfectamente con los vinos locales, como carnes, pastas y ensaladas.

Hoy Mendoza se consagra como Capital Iberoamericana de la Armonía Gastronómica por el valor que emana del trabajo que se realiza en esta tierra mediante la selección de cada ingrediente, rescatando y valorizando sus costumbres. Nuestra provincia es un destino donde la naturaleza y la cultura se fusionan, dando como resultado una gastronomía identitaria de alta cocina.

Paralelamente, Mendoza es reconocida a nivel global por su excelencia en el sector enoturístico. Este posicionamiento es avalado por la Academia Ibeoroamericana de Gastronomía y la Academia Argentina de Gastronomía, destacando la excelencia gastronómica y ponderando el vino como alimento.  

Conocé a los hacedores locales, que son protagonistas de los mejores maridajes del mundo, creadores de fragmentos culturales representativos de cada territorio y presentes en cada bocado.más información en la web de Armonía Gastronómica donde podés encontrar una geolocalización de los lugares en los que vas a conocer Mendoza a través de los sabores. 

Si sólo venís por 3 días a Mendoza podemos sugerirte un itinerario que combina naturaleza, aventura, cultura y gastronomía para aprovechar al máximo tu visita a nuestra provincia. Esto puede variar según tus intereses pero creemos que un mix de emociones y experiencias intensas pueden darte un panomara de todo lo que podés disfrutar en Mendoza. 

Día 1

Podemos comenzar el día con una caminata por el centro de la ciudad, recorrer sus plazas y calles arboladas, donde la historia y la modernidad conviven armoniosamente. La arquitectura colonial se mezcla con museos y espacios culturales que revelan el pasado de la región. Más tarde, continuaremos hacia el Parque San Martín, un pulmón verde a minutos del centro. Este hermoso espacio ofrece calles y senderos rodeados de naturaleza, un lago y muchos atractivos para disfrutar. También podemos visitar el Cerro de la Gloria, un monumento al Ejercido de Los Andes, en donde se contempla la ciudad desde las alturas. Al mediodía, el aroma del vino y la gastronomía regional nos invitan a un almuerzo en una bodega, donde la experiencia del maridaje permite descubrir los sabores de la tierra en su máxima expresión. La tarde se llena de matices con una visita a viñedos y bodegas, donde compartiremos el proceso de elaboración del vino y realizaremos catas que despiertan los sentidos. Al caer la noche, la ciudad se ilumina y ofrece un ambiente ideal para disfrutar de una cena con sabores autóctonos, seguida de un paseo por sus calles vibrantes, donde la cultura y la gastronomía se fusionan en cada rincón.

Día 2

Este día está dedicado a la majestuosidad de la Cordillera de los Andes. El amanecer estaremos camino hacia alta montaña, una zona donde los paisajes sorprenden con cada kilómetro que recorremos. Nos encontraremos con ríos, montañas de múltiples colores, valles inmensos y cumbres nevadas. En el trayecto realizaremos una parada en el Puente del Inca. Este puente natural es un ícono de nuestra provincia y es una de las formaciones geológicas más sorprendentes de la región, donde el agua termal ha esculpido la roca con el paso de los siglos. Siguiendo la ruta nos encontraremos con el imponente Aconcagua, el cerro más alto de América. Ahí podremos recorrer senderos cortos para disfrutar de su inmensidad y llevarnos fotos inolvidables con el Centinela de Piedra. Al mediodía almorzaremos en Uspallata, un pueblo de montaña, donde los sabores tradicionales se combinan con la calidez del entorno. La tarde se llena de adrenalina con una actividad de aventura: puede ser rafting en un río de montaña, trekking por senderos andinos, escalada en roca, alguna tirolesa que sobrevuela el Río Mendoza o una cabalgata por la montaña. La jornada concluye con una cena en un entorno natural, ideal para contemplar el atardecer, y, para quienes deseen una experiencia única, la noche puede continuar con una sesión de astroturismo, donde el cielo despejado de la cordillera se convierte en un espectáculo de estrellas.

Día 3

El tercer día disfrutaremos de la calma y los paisajes increibles que ofrece el Valle de Uco. Un desayuno con vista a los viñedos marca el inicio de una mañana relajada, seguida de una visita a bodegas donde los vinos de altura despliegan sus mejores expresiones. El almuerzo será en un entorno natural, rodeado de montañas y paisajes que parecen sacados de una postal. Para cerrar el viaje con un toque de descanso, la tarde la dedicaremos al relajarnos al aire libre, podremos realizar alguna sesión de yoga entre viñedos o una meditaciómn para conectar con nosotros mismos y disfrutar la serenidad de la montaña. La última noche es el momento perfecto para una cena especial, una experiencia gastronómica que celebra los sabores de Mendoza maridados con el mejor malbec de la zona. Antes de despedirnos, realizaremos un paseo por alguno de los pequeños pueblos de moentaña que nunca pierden su encanto y nos llevaremos de recuerdo algún producto artesanal como recuerdo de este viaje inolvidable.

Este itinerario ofrece un equilibrio perfecto entre cultura, naturaleza, aventura y descanso que permite conocer Mendoza en toda su esplendor.